La Asociación de Constructores de Balears se constituyó el 5 de mayo de 1977, bajo la Ley 19/1977, de 1 de abril, sobre regulación del derecho de asociación sindical. Como entidad sin ánimo de lucro, su principal objetivo es defender los intereses de las empresas constructoras, incluyendo empresarios, socios inversores y trabajadores. Proporciona respuestas a las necesidades profesionales del sector y actúa como interlocutor ante administraciones, instituciones sociales y entidades del ámbito de la construcción.

La actividad asociativa del gremio de albañiles data de 1405, con la publicación de las primeras ordenanzas. Desde el siglo XIII, los albañiles ya estaban organizados, y en 1364 construyeron una capilla gremial en la iglesia de Santa Eulàlia de Palma. En 1514, se creó una comisión permanente de 14 miembros para agilizar decisiones y cumplir la normativa laboral y asistencial. En 1674, se reguló la formación de aprendices, mostrando el compromiso del gremio con la educación y cohesión del sector. Estos gremios fueron precursores del actual Gremio Provincial de Maestros Albañiles y la Asociación de Constructores de Balears.

La construcción en Balears tiene un legado histórico, que ha impresionado a reyes y visitantes desde la Edad Media. La Asociación ha sido clave en el desarrollo de infraestructuras sostenibles y de calidad, posicionando a las islas como destinos turísticos reconocidos mundialmente.